martes, 9 de abril de 2013

PROTECCION DE LOS ECOSISTEMAS

Proteger el Ecosistema

Proteger el ecosistema 

El año 2010 ha sido el año Internacional de la Biodiversidad iniciada en Madrid durante la Conferencia Europea, en el que se propuso el objetivo de frenar la pérdida de riqueza natural de nuestros ecosistemas. Las metas no se han conseguido, por lo que los Gobiernos e Instituciones deben plantearse nuevos objetivos para proteger el Medio Ambiente.

Biodiversidad

La Biodiversidad es un elemento que comprende toda la materia viva que habita en el planeta. La biodiversidad es el agua, las platas y los animales en conjunto, no como elemento aislado. La Biodiversidad sana es vital para garantizar el futuro del mundo. Por todo ello, es de urgencia vertiginosa frenar la pérdida de biodiversidad, pus su desaparición no afecta sólo al paisaje sino a los alimentos, las medicinas, la regulación del clima, la calidad del aire y la salud del agua.

La velocidad de pérdida de biodiversidad es directamente proporcional al ritmo en que crecen las consecuencias de su pérdida. La economía mundial se basa en los productos y servicios derivados de la biodiversidad, que es base de la prosperidad y el bienestar de la sociedad. El problema además, se intensifica en que los países pobres basan su subsistencia directamente en los recursos naturales de su entorno.

Proteger el ecosistema 

Proteger el Ecosistema

En Europa, y según datos del 2010, se encuentran en estado favorable tan sólo el 17% de las especies y tipos de hábitat de interés para la conservación en Europa. La meta propuesta es que para el año 2020 se encuentren restaurados todos los ecosistemas que hoy se encuentran deteriorados. Para conseguirlo, la UE debe integrar la biodiversidad como instrumento clave de planificación; para ello, se hace de carácter muy importante que las decisiones políticas se fundamenten en el conocimiento científico, y que estos datos se utilicen para marcar las líneas de acción en todos los sectores, como energía o transporte.
Es necesario valorar económicamente los servicios ambientales que nos proporciona la naturaleza. De esta manera los beneficios y el ahorro que nos ofrece un entorno saludable se incluirán, como un indicador esencial, a la hora de calcular el PIB de los países. Esto ayudará a cuantificar también aquellos desastres naturales causados de manera irresponsable por el hombre. Algo que, hasta el momento, ha quedado casi siempre impune.
Resaltar además, la importancia del establecimiento de espacios protegidos y redes ecológicas, como es el caso de Natura 2000, tanto del medio terrestre como en el marino, poniendo en marcha planes de gestión que aseguren un desarrollo económico sostenible. Estos espacios protegidos y redes ecológicas deberán ser los cimientos que permitan la infraestructura ecológica a partir de al cual se desarrollen los países del mundo.
Entre los objetivos a seguir serán: mantener y aumentar la población de especies, evitar la fragmentación del hábitat, facilitar la conectividad entre zonas y adaptarse al cambio climático. Los hábitats requieren una intervención de emergencia, como la pérdida y degradación de bosques, la falta de recursos hídricos, el tráfico ilegal de animales amenazados o la proliferación de especies invasoras que están aniquilando completamente las poblaciones autóctonas, en muchos casos endémicas de sus regiones.

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